El amor es un valor fundamental. Es la fuerza que nos impulsa para hacer las cosas bien en nuestra vida y con las personas que nos rodean. Además, nos lleva a tener una vida plena de paz, tranquilidad y alegría, y, en consecuencia, de bienestar con nosotros mismos.
El amor es el sentimiento más importante que puede tener una persona para ser feliz, y en el caso de un niño o niña, crecer amando y sintiéndose querido le ayudará a ser feliz en su infancia y desarrollarse posteriormente con éxito en su madurez.
Decía Mahatma Gandhi que “donde hay amor hay vida”. Esta emoción es la que nutre al bebé al nacer, lo que nos ayuda a crecer, la que nos hace sentir parte de un grupo social.
El amor suele ir acompañado de otros valores (comprensión, perdón, empatía, respeto, tolerancia…) y es el responsable de sacar lo mejor de nosotros mismos, nuestra mejor versión; y es que todos llevamos dentro de nuestro ser una parte positiva y otra negativa, y depende de cuál de ellas alimentemos más, nos convertiremos en una clase de persona u otra.
Es la causa de todo, de la felicidad, pero también de la desdicha, y es que la falta de amor puede provocar serias carencias afectivas en el ser humano haciéndole sentir una desconfianza general con todo y con todos/as, así como un gran descontrol en sus impulsos, cambios bruscos de conducta y un aumento de la agresividad negativa. Así mismo puede presentar una falta de desarrollo en el lenguaje y las habilidades sociales.
Además de sentir amor, también debemos demostrarlo, cosa que como sabemos no siempre sucede así. Por lo tanto, al educar en el amor a nuestros hijos/as, debemos procurar que sepan expresar este valor. Éste les hará ser seres más fuertes, sin miedo a exteriorizar sus sentimientos.
Como ya hemos repetido en varias ocasiones, la mejor manera de enseñar cualquier valor, sentimiento o emoción es a través del ejemplo, y ahí van algunas pautas que os pueden servir de gran ayuda:
Perdonando, ya que el perdón es una de las manifestaciones más características del amor.
Con palabras como “te quiero”, sin miedo al rechazo o al ridículo.
Con contacto físico, a través de abrazos, besos, caricias, etc.
Interesándonos por sus gustos y aficiones.
Poniendo normas y límites, enseñando de esta manera que, aunque los queramos, tal vez en alguna ocasión, no entiendan ciertas restricciones pero que son necesarias para su adecuado desarrollo.
Motivando en sus diferentes áreas de la vida, en el juego, en el colegio, en las relaciones personales, en sus objetivos, etc.
Dedicándoles tiempo, demostrándoles que lo más valioso son ellos/as.
Sabiéndoles escuchar, y dándole importancia a sus problemas por insignificantes que nos parezcan a priori.
Por otra parte, también debemos educar en el amor propio, a amarse a uno mismo, a construir una adecuada relación desde la aceptación, el respeto, las percepciones, el valor, los pensamientos positivos y las consideraciones que tenemos hacia nosotros mismos (nuestro físico, personalidad, carácter, actitudes y comportamientos). Es un sentimiento que debemos ser capaces de reconocer y que quienes nos rodean deben poder apreciar. Estamos hablando de la autoestima, pero esta emoción la desarrollaremos en el próximo mes.
Recomendaciones para trabajar con vuestros hijos/as:
Google:
Qué es el amor, de Marisa Alonso. Cuento corto con actividades para realizar juntos.
La princesa de fuego.
Youtube:
Qué es el amor.
Lily y el amor.
La isla de los sentimientos. El amor y el tiempo.
Cuentos en papel:
Adivina cuánto te quiero, de Sam McBratney, ilustrado por Anita Jeram.
Te quiero (casi siempre), de Anna Llenas.
El dragón frío, editorial Anaya, de Ana y Andrés Guerrero.
Durante el mes de marzo hemos estado investigando sobre la Antártida, hemos tenido la suerte de poder realizar una videoconferencia con el biólogo marino y oceanógrafo Alejandro Vicente Ariza que ha realizado expediciones científicas a la Antártida.
Nos ha contado en que consiste su trabajo, los animales que ha visto y estudiado: elefantes marinos, pingüinos de muchos tipos, calamares gigantes ¡tan grandes como nuestra clase! , peces con luces, para verse en lo más profundo del mar, peces con antenas para localizar su alimento…
Nos ha prestado un cuaderno de bitácora muy especial, que realizó para sus sobrinos, donde narra su día a día en el barco Hespérides. Lo hemos leído en clase.
También nos ha prestado unos tubos de ensayo con agua recogida a distintas profundidades y un pez muy raro recogido en su viaje.
Nos ha hablado del cambio climático y sus consecuencias. Le hemos preguntado.
Una actividad muy gratificante.
Gracias!
El Día Internacional de las Familias se celebra el 15 de mayo de cada año con el objetivo de crear conciencia sobre el papel fundamental de ...
